En el marco de su gira This Is Not a Drill, el fundador de Pink Floyd se presentó nuevamente frente al público argentino
Roger Waters realizó este martes su primer de los dos shows previstos en Buenos Aires de su tour This Is Not a Drill. Fiel a su espíritu revisionista y también provocador, el cantante recibió a sus fans con un contundente mensaje.
“Si eres de los que dicen: ‘Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la mierda e ir al bar en este momento”, dijo el fundador de Pink Floyd. La frase aparecía en las pantallas y resaltaba en la oscuridad de la noche porteña, casi como desafiando las advertencias tras un día lleno de polémicas.
Casi dos horas y media después, habló de Malvinas y se refirió a los proyectos en marcha para la identificación de soldados argentinos caídos durante la guerra, que están enterrados en las islas. También pidió resistir contra el fascismo y volvió a utilizar su polémico “chancho inflable”, el cual en otras oportunidades fue criticado por ser una alusión a los judíos como “cerdos”, representando una iconografía antisemita.
En otro pasaje, al ritmo de “The Powers That Be”, el show de Waters mostraba escenas de diferentes crímenes que sufrieron las personas a lo largo del mundo. Según el cantante, muchas de esas personas fueron atacadas por su color de piel, y otras por defender a los palestinos.
En este show sonaron sus grandes éxitos, desde “Confortably Numb” que eligió para comenzar el concierto hasta otros hits como “Money” que programó para el último tramo del espectáculo.
El recital tuvo una gran cuota de referencias a The Wall. Con el sonido cuadrafónico de los helicópteros. Luego, en “The powers that be” las referencias fueron a crímenes policiales y militares de diferentes partes del mundo. Más tarde, un discurso de Ronald Reagan precedió la primera parte de “The bravery of being out of range”, momento que Waters aprovechó para sentarse al piano. De Reagan hasta el actual presidente de los Estados Unidos, casi ninguno se salvó del mote “Criminal de guerra”. Luego llegó la primera parte de “The bar” que utilizó para monologar en inglés sobre derechos humanos y sus visitas a la Argentina.
Mas tarde siguieron otros de sus grandes himnos que conmovieron a más de una generación, como “Shine On Your Crazy Diamond”, y después un merecido intervalo para un hombre que cumplió 80 años en septiembre pasado. En ese recreo el público aprovechó para entonar cantitos en contra el presidente electo: “El que no salta es militar” o “El que no salta votó a Milei”. Rogers volvió con más clásicos, con dedicatorias a su hermano mayor, fallecido el último año, a Bob Dylan y a su esposa Kamilah. Y luego se abrazó a sus músicos para una larga y cálida despedida.